Horizontes de transformación para la educación
Los procesos centrados en la creatividad, la curiosidad, el pensamiento crítico y las habilidades socio-emocionales, pensados como aprendizaje a lo largo de la vida proponen horizontes de transformación en el largo plazo que preparan a los niños, niñas y adolescentes para el mundo actual, el cual se caracteriza por ser cambiante y estar lleno de incertidumbres.
En ese panorama, los procesos educativos formales e informales son claves. Sin embargo, la formación, como lo sugiere Timaná et al. (2006) debe ampliar sus horizontes y dejar de ser entendida como mera alfabetización, para inscribirse en procesos que permitan “aprender a aprender, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender a ser. Ello incluye el fomento a la creatividad, el fomento a la independencia en la búsqueda del conocimiento, el acercamiento interdisciplinario al saber y el desarrollo de capacidades individuales para la autoformación y sociales para la interacción”.
Con todo lo anterior, a continuación daremos cuenta de algunos aspectos claves que debe tener en cuenta hoy la educación:
Multiliteracy
Cuando se habla de literacidad no se hace referencia solo niveles altos de alfabetización, es decir, al desarrollo de las habilidades para leer y escribir sino, sobre todo, a las habilidades para acceder, analizar críticamente, interpretar y construir significados en los diversos contextos socioculturales y discursivos que hoy, además, están mediados por lo digital. Por eso, es importante ir más allá y hablar hoy de una literacidad crítica que está relacionada con la habilidad para leer los textos de manera activa y reflexiva, de modo que permita comprender, por ejemplo, las relaciones de poder, desigualdad, inequidad e injusticia presentes en las interacciones sociales.
Así, hoy la literacidad y, por tanto, la alfabetización, debe ser múltiple, es decir, integrar diferentes tipos como:
Alfabetización audiovisual: que se relaciona con hacer un consumo crítico de los medios (como cine y televisión).
Alfabetización tecnológica: tiene que ver con el desarrollar habilidades para moverse correctamente por el mundo digital
Alfabetización informacional: se centra en desarrollar habilidades y capacidades para saber buscar información, analizarla y reconstruirla.
En la actualidad los procesos de lectura de la información no solo deben ser de transmisión, comprensión o de tipo textual, sino que se debe dar una lectura creativa y crítica de múltiples formatos comunicativos (gráfico, audiovisual, digital, oral), lo cual implica un salto en lo que se ha comprendido hasta hace poco como alfabetización. Donde antes bastaba aprender a leer y escribir, ahora se necesita acoplamiento al paso acelerado de producción de contenidos de diversa índole ya sea ficción, información cotidiana o con una buena dosis de reflexión.
Así, la multiliteracidad implica:
- La multiplicidad de canales y medios de comunicación, así como la variedad de formatos de texto.
- El incremento de situaciones de diversidad cultural y lingüística en un mundo globalizado en el cual las culturas se interrelacionan.
“La cultura es un sistema de comunicación y nuestra sociedad está cada vez más organizada en torno a la producción, distribución y manipulación de símbolos”. Manuel Castells.
Es importante reiterar, entonces, que los programas educativos que se formulen hoy, deben buscar desarrollar la capacidad de multiliteracy o de lectura de la multiplicidad de formatos en los que, desde hace ya algunos años, se genera y se consume información. Aquí, como se ha mencionado, entran en acción las tecnologías digitales, ya que las manifestaciones creativas y de comunicación se enlazan alrededor de Internet y los multimedia. De esta manera, es clave no solo entender que los niños, niñas y adolescentes son receptores de mensajes, sino que también son creadores de contenidos y participantes activos en la información que se genera.
Pensamiento crítico
Los procesos de la cotidianidad, vistas con el lente problematizador del pensamiento crítico y creativo permiten evidenciar problemáticas a las que se pueden buscar soluciones a través de la creatividad aplicada y las habilidades socioemocionales. Ejercitar el uso de este lente problematizador y de la creación de soluciones a los problemas, será crucial para enfrentarse a un mundo cambiante. Vale la pena mencionar que el pensamiento crítico implica interpretación, comprensión y apropiación de los conocimientos, lo cual puede fortalecer la capacidad de asumir posturas políticas y éticas frente a contextos complejos.
Así, algunos de los componentes claves del pensamiento crítico tienen que ver con formular problemas y preguntas con claridad y precisión; evaluar información y distinguir cuál es relevante, poder usar y entender ideas abstractas para interpretar dicha información y llegar a conclusiones y soluciones considerando sus implicaciones y consecuencias prácticas, lo cual permitirá que las personas puedan tomar decisiones sustentadas en argumentos y basadas en la comprensión de diferentes contextos, lo que posibilita determinar la fiabilidad de una afirmación o la conveniencia de una determinada acción.
“Es necesaria una rápida y eficaz intervención educativa en la adquisición de habilidades de pensamiento crítico para discernir correctamente ante la explosión de información y procesos sociales complejos que caracterizan a la sociedad actual” (Campos, 2007: 18).
Curiosidad
Cultivar la curiosidad en la infancia es importante tanto para el presente desarrollo de la cognición como para la futuro construcción de visiones de mundo y proyectos de vida sostenibles, tanto en la concepción medioambiental como en la económica.
Según el VIA Institute on Character (2021), las personas curiosas buscan novedades, están interesadas en explorar nuevas ideas, están abiertas a nuevas actividades y experiencias, y también tienen un fuerte deseo de aumentar su propio conocimiento personal. Además, la curiosidad está vinculada a muchos aspectos del bienestar (Gallagher y López, 2007) y, si se desarrolla a lo largo de la vida, puede ser la clave para un crecimiento personal significativo y una vida plena.
Por ejemplo, las personas que son más curiosas tienen niveles más altos de emociones positivas y niveles más bajos de ansiedad y, además, quienes muestran curiosidad genuina sobre los demás, pueden formar relaciones más sólidas. Asimismo, según un estudio realizado por Shah et al. (2018), hay una conexión entre una mayor curiosidad y un mayor rendimiento académico en lectura y matemáticas en los niños y niñas. Estos hallazgos sugieren que la curiosidad es importante no solo para todos los niños y niñas, sino quizás incluso más importante para aquellos en desventaja económica.
El impulso humano de resolver la incertidumbre sondeando una fuente de desconocimiento o sorpresa (Kagan , 2002)
Ahora bien, la función principal de la curiosidad es motivar y facilitar el aprendizaje ya que motiva la recopilación y retención de información. Otro de los aspectos más llamativos para fomentar el asombro y la pregunta, es que el ser curioso puede alimentar la creatividad porque fomenta la exploración y vinculación de ideas durante el proceso creativo.
Principios de la curiosidad
Para sentir curiosidad por algo, debemos prestarle atención.
- La novedad incita el interés, motiva a las personas a explorar ideas complejas y realizar acciones novedosas
- Si se les da la oportunidad de estar en soledad, los niños expresarán curiosidad hacia lo que les interesa y los impulsa de manera única
- Las preguntas pueden considerarse expresiones verbales de la curiosidad
Las culturas en las que se desalienta a los niños a buscar explicaciones son también las culturas en las que hay menos acceso a la educación formal (Harris, 2012)
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