Quibdó es una ciudad de contrastes, quien llega por avión y ve la exuberancia de sus selvas, ve el río e intuye los dos mares que rodean al departamento, afirmaría no solo que la supervivencia está asegurada sino que la riqueza, dentro de tanta biodiversidad, debería ser un hecho. Sin embargo, el panorama es distinto, por ejemplo, mientras en el año 2016 el promedio en Colombia de pobreza extrema fue del 8,5%, en el Chocó llegó al 19,5 %.
La problemática no es nueva, ya desde antes de mediar el siglo XX en Chocó se vio la crisis del platino y la decadencia de la economía local, pues solo las personas que ya tenían dinero como extranjeros o personas provenientes de otras regiones de Colombia tenían realmente la capacidad de obtener beneficios del sector primario y de la extracción.
Así, las riquezas naturales, la ventaja de la ubicación del departamento no han sido realmente pilares para el desarrollo de la región, por un lado porque las condiciones geográficas y climáticas aumentan los costos de transporte y de producción, además porque las instituciones son débiles y la ausencia del Estado ha mantenido aislado y olvidado este departamento frente al resto del país, lo cual también ha derivado en que grupos al margen de la ley sean quienes controlen el territorio.
A pesar de esto, las comunidades afrodescendientes que representan más del 80% de la población han resistido y se han destacado, proporcionando al país logros artísticos, culturales, deportivos, intelectuales, entre otros, que hablan de todo el talento humano de la región. Por eso, es fundamental volver la mirada sobre este departamento que aporta el 61 por ciento de la madera que se produce en Colombia, cuenta con ricos yacimientos de plata, platino y oro (siendo el segundo que más lo hace explota oro en el país), y cuyos ríos cuentan con un inmenso potencial para la generación de energía eléctrica y para proveer recursos pesqueros.
Para conocer más sobre esta situación pero también de las resistencias de los habitantes de la región, te invitamos a leer el artículo Si por acá llueve, por allá no escampa
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